Una de las películas que más recuerdo de los noventa. Ya es un clásico de las películas de invasiones extraterrestres. Un guion sencillo, efectos especiales realizados en su mayoría con maquetas, personajes carismáticos que te atrapan. Podría haber sido una más del montón, pero llegó en el momento justo. Ya no se hacían tantas películas del genero catástrofe y menos de invasiones alienígenas (O tal vez yo no las recuerdo) y, aunque no lo sabíamos, la estábamos esperando.

Un día nos despertamos y descubrimos que no estamos solos en el universo. Naves gigantescas aparecen en las principales ciudades del mundo y en las comunicaciones aparece una señal de interferencia. David Levinson (Jeff Goldblum) descubre que la señal es una cuenta regresiva y debe dar la alerta. Pero apenas es suficiente para que el presidente de EEUU (interpretado por Bill Pullman), unas pocas personas, entre ellas su ex (interpretada por Margaret Colin) y su padre (Judd Hirsch) escapen.

Después del primer ataque alienígena el capitán de aviación Steven Hiller (Will Smith) con sus compañeros intentan un contraataque. Luego del fracaso del mismo Steven logra capturar a un ejemplar alienígena y se dispone a llevarlo a una base secreta.

El presidente junto a David se enteran de la existencia de una base secreta conocida como Area 51 donde hay, posiblemente información sobre los invasores. Eran épocas de teorías de conspiración mucho más sencillas, el gobierno ocultaba la existencia de tecnología extraterrestre en una base secreta solamente. poco a poco todos los personajes se van acercando a esta base que se vuelve el lugar donde se organizará el contraataque. Como es costumbre, a partir de una frase común surge la inspiración para solucionar el predicamento en que se encuentra la humanidad. Surge entonces un ingenioso plan para infiltrar a la nave nodriza, eliminar sus defensas y aprovechar ese momento de vulnerabilidad para destruirlos. ¡Es el momento de el combate final!

Me llama la atención que a pesar de ser una película pochoclera, tiene un guion y unos diálogos que por mucho superan muchos de los actuales. También al usar principalmente efectos prácticos en conjunto con efectos digitales han envejecido muy bien. O tal vez los veo a través de los lentes de la nostalgia. ¿Quién sabe?

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